viernes, 6 de marzo de 2009

CHINA HOY. El peso de las tradiciones


Wen aspira a un 8% de expansión en el 2009

Los mercados en el mundo reaccionaron muy mal la semana pasada cuando Wen Jiabao demolió las expectativas de muchos al no anunciar un incremento sustancial en el plan de inversiones siseñado para sacar a su país del atolladero de la recesión. Wen dedicó un buen espacio de su discurso anual, ante los 3000 delegados al Congreso del Pueblo, a llamar la atención sobre la “crisis sin precedentes “ que enfrenta su país y dejó a todos con la incógnita de si habrían recursos adicionales para aumentar el paquete 585 billones de dólares que formaron parte del paquete de noviembre pasado.
El panorama chino luce cada vez más confuso. No porque la administración actual no esté haciendo mucho por enderezar el rumbo de la economía, sino porque la economía no parece estar reaccionando como debería en la presencia de los estímulos que el gobierno está instrumentando. Hasta ahora el sorprendente crecimiento chino ha sido remolcado por las masivas exportaciones, por un lado, y por un importante gasto gubernamental en vías, represas y otros proyectos de infraestructura, por el otro, pero esto que no puede ser sostenido en el largo plazo. Da la impresión, a estas alturas, que el esfuerzo económico de inyectar 4 trillones de yuanes en la economía no es suficiente porque los objetivos perseguidos son muy complejos de alcanzar.
Uno de ellos, y quizás el mas importante, es el de dinamizar la economía a través del impulso al consumo interno. El gobierno se ha topado con una terca realidad a nivel de los individuos. Se trata de su resistencia a romper el tradicional hábito de convertir una porción de sus ingresos en ahorro en previsión frente al futuro, porque ello es una costumbre ancestral, muy enraizada en esa sociedad. Resulta contra-intuitivo someter a la población al bombardeo diario de las especulaciones de los medios sobre la crisis china y la mundial, al tiempo que se insta a los ciudadanos a gastar y a consumir mas y a guardar menos dinero para los malos tiempos. Y resulta que uno de los pilares de la recuperación del ritmo de crecimiento es justamente el incremento del gasto doméstico a través de una mayor demanda de los particulares. ¿Puede realmente exigírsele al conglomerado chino que comprende una población de 135 millones de trabajadores migrantes de muy bajos ingresos, que apueste a la tesis de gastar mas cuanto 20 millones entre ellos han perdido ya sus puestos de trabajo?
Los documentos oficiales sobre la reanimación económica a la que se refirió Wen la semana pasada incorporaban todo tipo de medidas para acelerar el consumo toda vez que la demanda sigue estando deprimida: el incrementos de los préstamos a los particulares, la reducción de impuestos y de l IVA, los estímulos directos a la compra de viviendas nuevas y usadas así como a la adquisición de vehículos, y hasta el subsidio estatal para la compra de electrodomésticos como calentadores de agua y aires acondicionados. Pareciera pues que esta estrategia puede terminar dando sus frutos pero no a la velocidad que requiere la crisis y, mientras ello no ocurra, reducir la dependencia china de las exportaciones va a ser una empinada cuesta.
Publicado en ESTRATEGIA de El Nacional el 11-3-09

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