miércoles, 4 de marzo de 2009

Peor que dejar de respirar




El presidente cubano Raúl Castro acaba de realizar el cambio de gobierno más profundo de los últimos 50 años, removiendo a piezas fundamentales de la administración de su predecesor, el anciano líder Fidel Castro. El informe oficial de Cuba trata de restarle importancia a las destituciones, enmarcándolas dentro de la reorganización del aparato estatal, para reducirlo y simplificarlo. (*)
Pero la realidad es que la cosa no es de poca monta. Salieron de sus puestos dos fichas importantísimas del castrismo de los últimos años: el vicepresidente Carlos Lage y el canciller Felipe Pérez Roque, las dos figuras más prominentes en la administración del país cubano y dos caras visibles y reconocidas fuera de Cuba. Uno de ellos, Carlos Lage, fue el artífice de las reformas económicas de los años 90 . El otro, Perez Roque, fue el jefe del Grupo de Apoyo del Comandante Fidel hasta que este lo ubicó al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores como un hombre de su entera confianza.
La dimensión del cambio que se desarrolla en la isla es difícil de ocultar. Se están sustituyendo 11 ministros, se fusionan cuatro ministerios. Además son las fichas mas cercanas a Fidel las están siendo eyectadas de la administración del Estado y que por tanto serán degradadas a nivel del Partido Comunista también. Esto orada sensiblemente el poder colosal de que se rodeo la presidencia, es decir Fidel, durante casi 5 décadas.
No se dice nada porque el nombre es poco conocido pero junto con Pérez Roque y Lage , Raúl también desactivó a Otto Rivero, ministro a cargo de la Batalla de Ideas, un plan de desarrollo social que era manejado directamente por Fidel Castro. Antes que ellos habían desaparecido de la escena política varios jóvenes más de esa camada como Carlos Lage (hijo), quien dirigía a los estudiantes universitarios, Hassan Pérez, de la Juventud Comunista y Carlos Valenciaga, jefe del Grupo de Apoyo de Fidel.
El movimiento de personas que acaba de ocurrir es radical y profundo pero no debería ser sorprendente ya que cuando Raúl Castro fue designado presidente del Consejo de Estado anunció que realizaría un cambio de gobierno que, en principio, estaba previsto para diciembre de 2008. Las remociones ministeriales marcan la independencia de criterio del nuevo presidente, sobre todo si se tiene en cuenta que varios de los funcionarios removidos habían sido ratificados en los cargos por el propio Fidel en su testamento político.
¿Que puede estar sucediendo en Cuba? No es difícil de interpretarlo. Los planes de gobierno impulsados por Raúl Castro quien desea distanciarse de su hermano llevan un enorme retraso. La reforma agraria y la eliminación de los topes salariales, por ejemplo, han sido empantanadas por esa burocracia estatal heredada de su hermano a pesar de ser medidas imprescindibles para la economía.
Con la actual reestructuración, el presidente parece que mata varios pájaros de un tiro: simplifica el aparato estatal, ubica en los puestos claves a hombres de su confianza y deja claro a todos los funcionarios que no hay nadie intocable… y que la era de Fidel terminó. ¡Creen ustedes que al dinosaurio en que se convirtió Fidel le ha resultado sencillo digerir la desaparición de sus hombres de confianza? NO, pero Raúl esta determinado a avanzar. Está comenzado a escribir su propia pagina en la Historia de Cuba. La de la apertura. Ahora Fidel empieza a ser un estorbo. Esa muerte es peor que la que viene después de dejar de respirar.
Libreto de Escena Global, sección del Noticiero Matutino de Televen. Venezuela
(*)Muchos elementos de este texto provienen del articulo “Dejando a Fidel atrás” de Fernando Ravsberg .La Habana

No hay comentarios:

Publicar un comentario