domingo, 8 de marzo de 2009

Pobre Lula


No sabe el sagaz Presidente Luis Ignacio Lula Da Silva en cual berenjenal se metió al salir a proponer o a aceptar hacer el papel de “corre ve y dile” entre Hugo Chávez y el recién estrenado presidente Barack Obama.
Porque es que Lula a Chávez si lo conoce, pero solo un poquito. Ya ha pasado con el Presidente venezolano más de una calentura por sus deslenguadas acusaciones para con el augusto Congreso brasilero y también le ha tocado reclamarle compostura cuando el Jefe Revolucionario se ha metido a azuzar al gobierno de Bolivia en contra de empresas gasíferas brasileras. También Lula ha tenido que escuchar más de una vez los malestares de Celso Amorim, su canciller, por las intervenciones de Chávez en los asuntos internos brasileros y ha debido usar su influencia de nación poderosa dentro del MERCOSUR para evitar un rechazo más o menos colectivo a las intenciones chavistas de politizar al órgano de integración.
Pero todo eso es pálido a lado de lo que le tocará explicar a Luis Ignacio al Presidente americano cuando le dediquen ambos unos minutos a hablar del “enfant terrible” de la región.
Uno se pregunta, cuales argumentos esgrimirá el ilustre presidente del Brasil para convencer a Barack Obama de que Hugo Chávez, las cosas que dice no las piensa. O que en el fondo, cuando mandó “a la mierda”, con todas sus letras presidenciales, al representante de la Casa Blanca en Venezuela, no tenía la menor intención de ofender a su mejor socio comercial, a su primer proveedor de bienes, a su mejor comprador de petróleo y al responsable de la mayor parte de las inversiones extranjeras en suelo venezolano.
Es difícil imaginar como hará Lula para ilustrar a Omaba sobre la bondad intrínseca de la relación íntima de cooperación de Hugo Chávez con Mahmoud Ahmadinejad, o sobre lo inofensivo de los ataques del Jefe revolucionario en contra de los gobiernos de Israel y lo banal de su coincidencia doctrinaria y estratégica con el grupo terrorista Hamas.
¿Será posible que Lula logre persuadir al nuevo presidente de los Estados Unidos de que es cosa de poca monta la amistad proclamada del gobierno venezolano con el presidente sudanes Omar Al Bashir, condenado por la Corte Penal Internacional por “ al asesinar, exterminar, violar, torturar y provocar gigantescos desplazamientos humanos por la fuerza” en Darfur?.No… apenas es algo similar al apoyo irrestricto a su amigote El Chacal… dirá Lula..
¿O que su cooperación estrecha con Siria, Bielorrusia, Cuba, Bolivia, Nicaragua y otros enemigos frontales de Norteamérica son apenas politiquería barata sin mayor trascendencia para la seguridad americana?.
Aun si Lula pudiera sensibilizar a Obama sobre lo nimio de todo lo anterior, y le hiciera digerir, además, las expropiaciones de las empresas americanas Conoco Phillips y de Exxon Mobil, aun le quedaría a Lula por explicarle al jefe de la gran nación del norte que el alojamiento en suelo venezolano de los cabecillas guerrilleros de las FARC, su financiamiento la venta de armas, no es mas que producto de la hospitalidad propia de cualquier nación del trópico.
No se porque, pero creo que Lula se metió en camisa de once varas…pobre!.

Publicado en la pagina de opinion de El Nacional . 10-3-09

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