Es imprescindible que cada lado ceda de sus posiciones porque el juego de las trincheras está agotado
Lo vimos en la TV el fin de semana. Una bufonada mayúscula fue lo que montó el Presidente Manuel Zelaya con su viaje a la frontera después de haber publicitado a diestra y siniestra, a lo largo y ancho del planeta que retornaría a tomar cargo de su puesto de presidente. Lo cierto y es bueno que lo sepan quienes lo vieron, que nunca llego a posar sus pies en suelo hondureño.
Se mantuvo en esa tierra de nadie que es el espacio geográfico de seguridad que siempre existe entre dos países fronterizos y solo por ello fue que la policía de su país no ejecutó al mandato de arresto que existe en su contra. La valentía no le alcanzó para mucho al Presidente Zelaya. Así pues que todo el viaje en Caravana y toda la parafernalia comunicacional que montó Telesur con nuestro Canciller venezolano a bordo del carro de Zelaya, no sirvió sino para mostrar que Venezuela esta metida hasta los tuétanos en este tema hondureño.
Nada se le agregó durante el fin de semana a este episodio que ya dura casi un mes y al cual no se le ve mucha salida. La negociación emprendida por el Presidente Arias no puede decirse que fracasó, pero si que esta detenida y trabada porque las propuestas tienen elementos que son imposibles de derribar por las dos partes. Ni el Congreso hondureño , electo por votación tan directa como Zelaya, aceptará que este retorne como mandatario después de haber sido destituido , ni La Corte de Justicia levantará la sentencia que lo señala como culpable de delitos a la patria.
Y el mandato de arresto para la policía nacional tampoco será desactivado, mientras Zelaya insista en regresar para llamar a un proceso constituyente encaminado a modificar la Carta Magna para promover su reelección. ¿Puede decirse entonces que todo está perdido? NO. Pero hace falta que el esfuerzo por conciliar a las dos partes se haga con mayor empeño y mas conocimiento de los elementos que lo mantienen trancado y sin avanzar de cada lado.
Eso pasa por hacer entender a los que depusieron a Zelaya , y lo expulsaron ilegalmente del país, es decir a Micheletti y sus copartidarios, que la comunidad internacional no reconocerá un proceso electoral , el de noviembre, organizado por un gobierno que consideran irregular. El conflicto puede írseles de las manos si logran llegar a noviembre y terminan con una elección írrita a los ojos del mundo..
Todo ello pasa igualmente por hacerle digerir a Manuel Zelaya un elemento en el que tiene una posición irreductible: el que su capricho reeleccionario no es viable. La reelección presidencial en Honduras está vetada por la Constitución en tres de sus artículos. Uno de ellos incluso, el Artículo 4 dice claramente que se considerara un delito de Traición a la Patria pretender infringir la norma de la alternabilidad en el poder presidencial y que quienes promuevan el continuismo o la reelección pueden, dice el articulo 42, hasta perder su nacionalidad
No es fácil hacer estas dos concesiones por cada uno de los lados enfrentados, pero es la única vía para que la paz y la legalidad se restablezcan en el país. Los demás países que están siendo actores colaterales en este asunto: Estados Unidos,. Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Bolivia deben dar un paso atrás si realmente desean la paz en la nación centroamericana y dejar a las partes en conflicto resolver sus desencuentros con la ayuda del mediador. Y todos deben entender que debe haber un ceder-ceder, para que pueda haber un ganar- ganar.
Se mantuvo en esa tierra de nadie que es el espacio geográfico de seguridad que siempre existe entre dos países fronterizos y solo por ello fue que la policía de su país no ejecutó al mandato de arresto que existe en su contra. La valentía no le alcanzó para mucho al Presidente Zelaya. Así pues que todo el viaje en Caravana y toda la parafernalia comunicacional que montó Telesur con nuestro Canciller venezolano a bordo del carro de Zelaya, no sirvió sino para mostrar que Venezuela esta metida hasta los tuétanos en este tema hondureño.
Nada se le agregó durante el fin de semana a este episodio que ya dura casi un mes y al cual no se le ve mucha salida. La negociación emprendida por el Presidente Arias no puede decirse que fracasó, pero si que esta detenida y trabada porque las propuestas tienen elementos que son imposibles de derribar por las dos partes. Ni el Congreso hondureño , electo por votación tan directa como Zelaya, aceptará que este retorne como mandatario después de haber sido destituido , ni La Corte de Justicia levantará la sentencia que lo señala como culpable de delitos a la patria.
Y el mandato de arresto para la policía nacional tampoco será desactivado, mientras Zelaya insista en regresar para llamar a un proceso constituyente encaminado a modificar la Carta Magna para promover su reelección. ¿Puede decirse entonces que todo está perdido? NO. Pero hace falta que el esfuerzo por conciliar a las dos partes se haga con mayor empeño y mas conocimiento de los elementos que lo mantienen trancado y sin avanzar de cada lado.
Eso pasa por hacer entender a los que depusieron a Zelaya , y lo expulsaron ilegalmente del país, es decir a Micheletti y sus copartidarios, que la comunidad internacional no reconocerá un proceso electoral , el de noviembre, organizado por un gobierno que consideran irregular. El conflicto puede írseles de las manos si logran llegar a noviembre y terminan con una elección írrita a los ojos del mundo..
Todo ello pasa igualmente por hacerle digerir a Manuel Zelaya un elemento en el que tiene una posición irreductible: el que su capricho reeleccionario no es viable. La reelección presidencial en Honduras está vetada por la Constitución en tres de sus artículos. Uno de ellos incluso, el Artículo 4 dice claramente que se considerara un delito de Traición a la Patria pretender infringir la norma de la alternabilidad en el poder presidencial y que quienes promuevan el continuismo o la reelección pueden, dice el articulo 42, hasta perder su nacionalidad
No es fácil hacer estas dos concesiones por cada uno de los lados enfrentados, pero es la única vía para que la paz y la legalidad se restablezcan en el país. Los demás países que están siendo actores colaterales en este asunto: Estados Unidos,. Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Bolivia deben dar un paso atrás si realmente desean la paz en la nación centroamericana y dejar a las partes en conflicto resolver sus desencuentros con la ayuda del mediador. Y todos deben entender que debe haber un ceder-ceder, para que pueda haber un ganar- ganar.
Libreto de la seccion Escena Global del noticiero matutino de Televen el 27-7-09
No hay comentarios:
Publicar un comentario