Colombianos y americanos tienen los ojos abiertos sobre el armamento de las FARC y su posible vinculación con Venezuela
Los hermanos colombianos están muy preocupados con el hecho de al parecer las Farc han conseguido armarse con misiles capaces de impactar naves colombianas o americanas hasta a seis kilómetros de altura. Y si no las tienen aun están a punto de hacerlo. El gobierno y las fuerzas armadas neogranadinas no se toman este tema con ligereza y el asunto ha sido motivo de grandes titulares en la prensa colombiana del domingo.
El periódico el Tiempo informó que una unidad especial de inteligencia estableció en diciembre que tres representantes de las Farc en el exterior empezaron a mover contactos para conseguir unos 20 IGLA-S24: la última generación de misiles tierra-aire de fabricación rusa. El tema ameritó dos reuniones entre el alto Gobierno y la cúpula militar y estuvo en la agenda del presidente Uribe durante su última visita nuestro presidente Hugo Chávez aquí en Venezuela. Nuestro gobierno ha cacareado haber adquirido misiles de ese tipo de los rusos , y los ha exhibido con orgullo el 19 de abril. Nuestro Presidente, cabalmente , le prometió a Uribe seguirle la pista al asunto.
Desde el año 2000 un grupo especial de Inteligencia de los órganos de seguridad estatales colombianos le andan siguiendo los movimientos de la guerrilla de las FARC que pretenden ubicarse en ventaja militar con respecto a las Fuerzas militares las que hace unos años y con ayuda norteamericana se dotaron de una importante flotilla de helicópteros y de aviones. Se sabe ya que tres representantes de las Farc en el exterior empezaron a manejar información sobre la última generación del armamento tierra-aire desarrollado por la industria militar rusa: los misiles IGLA-S24. Todo esto esta contado en los computadores de Reyes.
El lugar más cercano para hacerse de estos equipos es Venezuela pero hasta ahora no se tiene confirmación de que ese material haya entrado a territorio colombiano. Lo cierto es que la amenaza potencial fue notificada a los pilotos de las Fuerza Aérea y de Aviación del Ejército de Colombia que están asignados a tres zonas del país donde se concentran los mayores operativos contra las Farc y donde están refugiados al menos tres jefes del secretariado.
Pero donde la cosa se complica es en el personaje que pudiera haber estado a cargo de recolectar esos 20 misiles. Porque todo indica que Iván Márquez integrante del secretariado de las Farc era el que dirigía el proyecto. No se si recuerdan que cuando en mayo de este año cayó un helicóptero ruso en la zona de Rubio parecía además de los 17 venezolanos muertos apareció un cuerpo no 18 que según algunos no era de un venezolano sino del colombiano Iván Márquez.
¿Verdad o cuento? Difícil saberlo pero de ser verdad ello daría lugar a muchas especulaciones sobre algo peligroso y turbio. Los Estados Unidos también ha manifestado temor porque que las masivas compras de armas por parte del gobierno del presidente Hugo Chávez acabe en manos de terroristas o de las guerrillas en la vecina Colombia. Y sobre todo porque su velocidad supera de lejos la de los aviones y helicópteros militares colombianos.
Estos lanzacohetes portátiles a los que temen los colombianos son equipos que pesan 21 kilos y pueden derribar blancos a una altura hasta de 6 000 mts, de la siguiente forma: el operador lanza el misil y éste sigue al avión automáticamente. El misil es resistente a las contramedidas electrónicas, se puede usar de noche y es fácil de mantener. No les tengo que decir que si las FARC logran acceso a este tipo de arma sería una escalada significativa en el conflicto de 45 años en Colombia. Y nadie en el continente, en su sano juicio, puede estar propiciando una barbaridad de ese tamaño
El periódico el Tiempo informó que una unidad especial de inteligencia estableció en diciembre que tres representantes de las Farc en el exterior empezaron a mover contactos para conseguir unos 20 IGLA-S24: la última generación de misiles tierra-aire de fabricación rusa. El tema ameritó dos reuniones entre el alto Gobierno y la cúpula militar y estuvo en la agenda del presidente Uribe durante su última visita nuestro presidente Hugo Chávez aquí en Venezuela. Nuestro gobierno ha cacareado haber adquirido misiles de ese tipo de los rusos , y los ha exhibido con orgullo el 19 de abril. Nuestro Presidente, cabalmente , le prometió a Uribe seguirle la pista al asunto.
Desde el año 2000 un grupo especial de Inteligencia de los órganos de seguridad estatales colombianos le andan siguiendo los movimientos de la guerrilla de las FARC que pretenden ubicarse en ventaja militar con respecto a las Fuerzas militares las que hace unos años y con ayuda norteamericana se dotaron de una importante flotilla de helicópteros y de aviones. Se sabe ya que tres representantes de las Farc en el exterior empezaron a manejar información sobre la última generación del armamento tierra-aire desarrollado por la industria militar rusa: los misiles IGLA-S24. Todo esto esta contado en los computadores de Reyes.
El lugar más cercano para hacerse de estos equipos es Venezuela pero hasta ahora no se tiene confirmación de que ese material haya entrado a territorio colombiano. Lo cierto es que la amenaza potencial fue notificada a los pilotos de las Fuerza Aérea y de Aviación del Ejército de Colombia que están asignados a tres zonas del país donde se concentran los mayores operativos contra las Farc y donde están refugiados al menos tres jefes del secretariado.
Pero donde la cosa se complica es en el personaje que pudiera haber estado a cargo de recolectar esos 20 misiles. Porque todo indica que Iván Márquez integrante del secretariado de las Farc era el que dirigía el proyecto. No se si recuerdan que cuando en mayo de este año cayó un helicóptero ruso en la zona de Rubio parecía además de los 17 venezolanos muertos apareció un cuerpo no 18 que según algunos no era de un venezolano sino del colombiano Iván Márquez.
¿Verdad o cuento? Difícil saberlo pero de ser verdad ello daría lugar a muchas especulaciones sobre algo peligroso y turbio. Los Estados Unidos también ha manifestado temor porque que las masivas compras de armas por parte del gobierno del presidente Hugo Chávez acabe en manos de terroristas o de las guerrillas en la vecina Colombia. Y sobre todo porque su velocidad supera de lejos la de los aviones y helicópteros militares colombianos.
Estos lanzacohetes portátiles a los que temen los colombianos son equipos que pesan 21 kilos y pueden derribar blancos a una altura hasta de 6 000 mts, de la siguiente forma: el operador lanza el misil y éste sigue al avión automáticamente. El misil es resistente a las contramedidas electrónicas, se puede usar de noche y es fácil de mantener. No les tengo que decir que si las FARC logran acceso a este tipo de arma sería una escalada significativa en el conflicto de 45 años en Colombia. Y nadie en el continente, en su sano juicio, puede estar propiciando una barbaridad de ese tamaño
Libreto para TV de Escena Global presentado en Televen . 15-7-09
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