domingo, 3 de julio de 2011

Alarma en Cuba


La salud del presidente venezolano Hugo Chávez, lo que ha pasado a ser una responsabilidad cubana desde hace un mes, tiene con las manos en la cabeza no solo a los médicos que velan por su salud. Es que el cáncer del presidente venezolano ha pasado a ser un asunto de estado para el gobierno de la isla. Ya hemos repetido muchas veces desde este espacio y es una verdad como una montaña que Cuba tiene en Venezuela a su principal aliado político y su principal sostén económico.

Como todos sabemos por las propias palabras presidenciales nuestro mandatario venezolano, fue sometido a dos cirugías en el hospital más especializado de Cuba, una por un absceso pélvico y otra para extraer un tumor cancerígeno. Fue en este mismo establecimiento hospitalario que fue tratado su padre político, Fidel Castro, quien según dijo el propio Hugo Chavez a la televisión cubana “es mi médico superior”. Y sin dudas que el gobierno cubano ha tomado muy a pecho las dolencias de nuestro presidente.

La gravedad de la enfermedad que aqueja a Hugo Chávez, debe tener inmensamente preocupados a quienes son los recipientes de la mayor ayuda económica que Venezuela aporta al exterior. Un cambio de ruta en la política de ayuda de Venezuela a la Cuba comunista, lo que podría ocurrir si se produce un cambio de gobierno en el próximo proceso electoral, o incluso, un cambio en las ayudas externas del gobierno venezolano, lo que puede ocurrir por la falta de un flujo de caja en PDVSA para atender otras cosas que no sean las nacionales, tienen que tener sin dormir al gobierno en la Isla de la Felicidad.

Chávez le viene dando un fuerte espaldarazo económico al gobierno de Raúl Castro con una amplia gama de acuerdos de negocios y cooperación. Se cuentan por varios miles de millones de dólares en los años que van de gobierno. Los más recientes fueron firmados apenas el 8 de junio y allí en un centenar de acuerdos se comprometió ayuda por la friolera de 1.300 millones de dólares. La llegada de Chávez al poder en 1999 fue una tabla de salvación para la isla comunista que estaba asfixiada por la profunda crisis económica en que cayó tras la desaparición de la Unión Soviética, su sostén durante tres décadas.

Hoy Cuba recibe diariamente 100.000 barriles de petróleo venezolano en condición de pago favorable, y la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) realiza trabajos de exploración en bloques de aguas profundas en la zona cubana del Golfo de México. Este volumen de crudo representa el 50% de su consumo. El otro 50% lo vende con una abultada ganancia.

Así que la debilidad del presidente venezolano tiene prendidas todas las alarmas en Cuba. Qué suerte para ellos poder tener el oído del presidente a su disposición para aconsejarle políticas estratégicas, presentarle proyectos nuevos, comprometerlo para más estrechas relaciones y mayores aportes económicos para favorecer a la revolución cubana. Porque es que además este resulta ser el momento más débil de la economía cubana en la última década y el descontento de los cubanos se manifiesta a cada día de manera más violenta en un país en donde la pobreza y la represión son la regla. Esta es, sin duda, la mejor ocasión de programar en mucho detalle esa tan cacareada unión estratégica que ambos presidentes han explicitado fervorosamente: “Venezuela y Cuba son una misma cosa”, han repetido ambos presidentes sin cesar.

Pero la verdad es que no lo son. Una de las políticas exteriores que mayor urticaria causa a los venezolanos, tal como lo señalan las encuestas de opinión en nuestro país es la imitación por parte de la revolución chavista del modelo comunista cubano y el costo en dinero que la solidaridad con Cuba ha tenido para una Venezuela necesitada de todo.

Nuestro presidente tiene frente a si muchos días o meses de honda reflexión y de observación de cerca del modelo cubano. Ojala que además de restablecerse de su terrible enfermedad, esa observación abra su espíritu y le permita sopesar el verdadero destrozo que 50 años de comunismo castrista han producido en la economía y en la vida diaria de la isla cubana .

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